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Los conflictos familiares afectan a nuestros hijos |
1. Lectura Bíblica: Juan 14:27; Filipenses 4:7
2. Objetivos:
2.1. Que al término de la reunión de Célula
Familiar los concurrentes comprendan la
importancia de saber manejar el estrés
2.2. Que al término de la reunión de Célula
Familiar los concurrentes comprendan que
nuestras preocupaciones no deben desembocar en conflictos con la pareja y los
hijos
2.3. Que al término de la reunión de Célula
Familiar los concurrentes comprendan con
ayuda de Dios los problemas que nos generan estrés se pueden resolver
3. Desarrollo
del tema:
La carga de estrés sobre las personas y el mal manejo
de las presiones—tanto internas como externas--, se constituye para infinidad
de personas en un enorme tropiezo que les impide desarrollar bien sus labores,
mantener buenas relaciones interpersonales con la familia y con quienes
diariamente se relacionan.
Sobre este particular, el autor norteamericano, Kim
Pittaway asegura que “Las personas saben
que, al menos en parte, la solución para combatir el impacto negativo del
estrés —que puede provocar aumento de peso, afecciones cardiacas, depresión y
ansiedad— está en la forma cómo lo enfrentamos”(Revista Reader´s Digets.
Edición Noviembre 2010. México)
¿Puede traer beneficios el estrés? A diferencia del
autor Pittaway, el doctor Robert Maunder, psiquiatra del Hospital Monte Sinaí,
en Toronto, asegura que “La ausencia de
estrés lleva al aburrimiento, así que es deseable tener un poco, y aunque el
estrés muy intenso rara vez es positivo, hay maneras positivas de lidiar con
él”.
1. No dimensione los problemas; busque
soluciones
2. Trate de conservar la calma en todo
momento
3. Vea el lado positivo de todas las cosas
4. Si comete errores, sea benevolente consigo
mismo y vuelva a empezar
5. Prepare su mente para enfrentar cualquier
situación adversa
6. Busque el apoyo de personas cercanas que
le aconsejen
7. Reconozca que no es el único que ha
enfrentado estas situaciones
El coautor de la Guía Práctica de Relajación y
Reducción del Estrés, Matthew McKaym, precisa que: “La preocupación es el proceso de imaginar resultados dolorosos, e
incluso catastróficos, por carecer de una planeación y estrategias de
prevención eficaces, en otras palabras, por no estar preparados para enfrentar
dificultades”. En su criterio, es necesario concentrarse en encontrar soluciones potenciales del
problema que le inquieta, agobia o paraliza. “En términos cognitivos, es pensar en el éxito y dejar de enfocarse en
el fracaso”, asegura.
Cuando los padres estamos estresados, generalmente
terminamos afectando la relación con los hijos. Descargamos toda la fuerza de
nuestra ira o frustración contra ellos. Eso por supuesto genera resentimiento
y, en algunos casos, heridas que no son necesarias porque nuestras
preocupaciones—que no hay razón para albergarlas—no debemos trasladarlas a
otras personas desencadenando conflictos.
3.1. Centrarse
en encontrar soluciones
El estrés toma fuerza cuando no estamos preparados
para enfrentar las dificultades, muchas de las cuales son inevitables y surgen
al paso. ¿Qué hacer? Centrarse en las soluciones y no en los problemas.
Tenga que cuenta que su familia no es responsable de
aquello que desembocó en su estado de estrés. Generalmente su cónyuge y sus
hijos son inocentes de cuanto le ha ocurrido a usted.
Comparto con usted seis sugerencias: la primera, no
agigantar los problemas. Muchas veces somos quienes dimensionamos las
dificultades; la segunda, defina claramente cuál es el problema que enfrenta;
la tercera, haga un listado de posibles soluciones; la cuarta, evalúe cada idea
y decídase por la más apropiada; la quinta, defina plazos concretos para
concretar las soluciones escogidas; la sexta, evalúe posibles fallas que puedan
producirse en el proceso y, la séptima, si no logra encontrar soluciones, no se
eche toda la culpa encima.
Otro elemento fundamental es reconocer que con ayuda
de Dios, aún las circunstancias más adversas, pueden resolverse. No hay nada
que esté por encima de nuestro Supremo Hacedor.
Doug Saunders, psicólogo clínico y profesor en la Universidad de
Toronto, sugiere utilizar una estrategia que él llama “crear islas de paz”.
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Con ayuda de Dios encontramos salidas a los conflictos en familia |
3.2. Una paz
que sobrepasa los límites
Encontrar la armonía interior cuando el cúmulo de
problemas es demasiado grande, se fundamenta en volver nuestra mirada a Dios y
permitirle que trate con nosotros, tomando los motivos de preocupación que nos
asisten.
Es esencial que le abramos las puertas de nuestro ser
al amado Señor Jesucristo. Que le dejemos obrar la sanidad a las heridas que
tenemos en la dimensión emocional y, que dejemos que sea Él y nadie más quien
gobierne nuestros pensamientos. Él dijo a sus discípulos y a nosotros ahora: “Les dejo un regalo: paz en la mente y en
el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que
no se angustien ni tengan miedo.”(Juan 14:27. Nueva Traducción Viviente)
Paz en la mente y en el corazón. Esa paz que nos
permite enfrentar las presiones sin que las presiones nos roben la
tranquilidad.
3.3. Dele el
primer lugar a Dios en sus pensamientos
Si Dios gobierna nuestros pensamientos, todo nuestro
ser estará guardado, como dice el apóstol Pablo: “Así
experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz
de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.”(Filipenses
4:7, Nueva Traducción Viviente)
Nuestro padre celestial no es honrado cuando las
preocupaciones nos atormentan; por el contrario, Él es glorificando cuando
permitimos que Su paz nos gobierne.
¿Usted piensa seguir experimentando la misma crisis
que hasta ahora?¿Por qué no decide someter esa situación en manos del Señor?
Hoy es el día para hacerlo. Ore, confíe y espere en Dios. ¡La respuesta vendrá!
Y reciba a Jesús como su Salvador.
© Fernando
Alexis Jiménez
4. Preguntas
para la discusión en grupo:
a. ¿Cómo afecta el estrés su vida?
b. ¿Aprendió ya a manejar el estrés con ayuda de Dios?
c. ¿De qué manera el estrés está afectando sus
relaciones familiares?
d. ¿Considera justo que el estrés afecte su relación con
el cónyuge y los hijos?
e. En adelante someteré en manos de Dios todo factor
desencadenante de estrés, en procura de superarlo exitosamente
5. Oración al terminar la Célula familiar:
“Amado Dios, te damos gracias
porque en medio de los conflictos podemos contar contigo. No estamos solos. Tú
nos acompañas en todo momento y nos concedes la sabiduría para dialogar y encontrar
soluciones a los motivos de conflicto. Te pedimos que guíes nuestros pasos
siempre, y que nos des la sabiduría para no dejarnos arrastrar por las emociones
encontradas que generalmente llevan a enfrentamientos y que traen como
consecuencia heridas emocionales. En tus manos entregamos las relaciones
familiares. Amén”
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