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La infidelidad destruye nuestra vida y la de nuestra familia |
1. Lectura Bíblica: Proverbios 2:16-19; 5:1-23; 6:20-35; 24:30-34; 31:3
2. Objetivos:
2.1. Que al término de la reunión de Célula
Familiar los concurrentes comprendan que es necesario mantenernos alerta ante
el peligro que encierra dar cabida a la infidelidad, así sea cibernética,
porque lleva al matrimonio a un abismo.
2.2. Que al término de la reunión de Célula
Familiar los concurrentes comprendan que la infidelidad en el matrimonio no
solamente hiere al cónyuge sino que trae enormes daños emocionales a los hijos.
3. Desarrollo
del tema:
Lucía se tomó el trabajo de velar porque su esposo estuviera
sumido en un sueño profundo. Se acercó a la mesita de noche, sacó el celular de
Rodrigo y miró los mensajes enviados. ¡Allí estaba la evidencia! Había dirigido
siete frases amorosas a una joven que, comprobó tiempo después, era compañera
de la oficina. Le estaba siendo infiel. Un golpe bajo. Lo sintió en el alma.
Pensó en sus dos hijos, pero también en su dignidad. Decidió separarse…
La infidelidad –cualquiera sea su forma—trae dolor a los
cónyuges y destruye la vida de los hijos. Les desencadena inseguridad,
dificultades de concentración escolar, problemas para relacionarse con otras
personas y, lo más grave, se podría repetir el mismo patrón: es decir, ellos
una vez crezcan podrán repetir la misma historia: separarse.
¿Qué produce la infidelidad? Tiene dos componentes: de un
lado, la persona no cuida de la relación y anda buscando afuera lo que no se le
ha perdido, y en segundo lugar, no valoran la relación con la pareja que Dios
les ha dispuesto para compartir su vida. El eje central es descuido. Descuidamos a
nuestra pareja, y descuidamos la relación. Y si de descuido se trata,
descuidamos las pautas morales que debemos observar en nuestra cotidianidad.
El rey Salomón escribió: “Pasé por el campo de un
perezoso, por el viñedo de uno que carece de sentido común. Vi que habían
crecido espinos por todas partes. Estaba cubierto de maleza, y sus muros
destruidos. Entonces, mientras miraba y pensaba en lo que veía, aprendí esta
lección: un rato más de dormir, un poquito más de sueño, un breve descanso con
los brazos cruzados, entonces la pobreza te asaltará como un bandido; la
escasez te atacará como un ladrón armado.”(Proverbios 24:30-34. NTV)
Si realmente amamos a nuestra familia, velamos por ella.
Estamos atentos a nuestros hijos, pero al mismo tiempo, estamos cuidando en lo
posible hasta el más mínimo detalle de cuanto tiene que ver con nuestro
cónyuge.
Tenga presente que el propósito de Dios es salvar a la
familia. Dios ama la familia. Nuestra responsabilidad, como lo anota la autora
y conferencista, Joy Dawson: “Cuando Dios
guía a un hombre y a una mujer a la relación matrimonial, siempre que vivan
juntos de acuerdo con sus normas, estas dos personas se complementan la una a
la otra, satisfacen sus necesidades mutuas, y viven en un tipo de relación
única que es posible experimentar por la unión total y el compromiso del
matrimonio.”(Joy Dawson. “Intimidad con Dios”. Editorial Betania. EEUU. 1986.
Pg. 52)
Lo fundamental es que haya compromiso con el hogar, en
el cual están integrados los hijos y, por supuesto, los componentes de la
pareja.
Dios nos guarda de la
infidelidad
La única forma de mantenernos firmes ante la infidelidad es depender de Dios. Él más
que nadie conoce los peligros a los que estamos expuestos y está dispuesto a
brindarnos su ayuda, para que permanezcamos fortalecidos y podamos vencer las
tentaciones.
El rey Salomón escribió una señal de alerta que haríamos
bien en tener en cuenta siempre: “La sabiduría te librará de la
mujer inmoral, de las palabras seductoras de la mujer promiscua. Ella abandonó
a su marido y no hace caso del pacto que hizo ante Dios. Entrar a su casa lleva
a la muerte; es el camino a la tumba. El hombre que la visita está condenado; nunca
llegará a los senderos de la vida.”(Proverbios 2:16-19. NTV)
Si hay un engaño grande que nos ha vendido el enemigo
espiritual, Satanás, es que lo prohibido es lo mejor. Ya lo hizo en Génesis 3
cuando tentó a Adán y Eva. Le hizo creer a la mujer que podía comer del fruto
del que Dios había advertido no lo tomaran, y nada pasaría. Y esa decisión equivocada trajo como consecuencia la
caída espiritual y física de nuestros primeros padres.
Igual cuando se trata de la infidelidad. No es algo que se
produce de la noche a la mañana. La tentación llegar y el enemigo sabe cómo
sacar ventaja de las circunstancias. Pero una vez se comete el acto, pasa cuenta de cobro y todo sale al
descubierto. Generalmente quien adultera queda en evidencia; su pecado sale a
la luz. Destruye una relación matrimonial, destruye a los hijos y de paso,
contamina su vida espiritual.
La
infidelidad en los tiempos de las Redes Sociales
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Bajo ninguna circunstancia podemos permitir que la infidelidad tome fuerza en nuestra vida |
Hoy día con el avance de la tecnología, la infidelidad no
solo se produce físicamente, sino a través de las Redes Sociales o mensajes de
texto en el teléfono celular. Una frase en apariencia trivial como “Me gustas”, escrita o dicha a alguien
que no es el cónyuge, puede desencadenar una crisis y echar por la borda una
relación matrimonial de muchos años.
Especialistas de hoy la Universidad Tecnológica de Texas aseguran que la infidelidad cibernética lastima tanto a
las parejas y duele tanto a quien ha sido engañado como la infidelidad física.
La investigadora Jaclyn Cravens, candidata a un doctorado en el programa de
Terapia de Matrimonio y Familia, usó datos del portal Facebookcheating.com para determinar
el efecto de la infidelidad cibernética y la medida en que ésta crea emociones
similares para la parte engañada. "Hay
quienes sostienen que si la infidelidad descubierta es cibernética, o limitada
a la actividad por internet, no debería ser tan dolorosa", explicó
Cravens (Agencia EFE. 28/07/2013. Edición digital).
La profesional descubrió que muchos de los
problemas de relación de sus clientes se originaban en la infidelidad
cibernética como resultado del uso creciente de las redes sociales,
especialmente Facebook, Red que tiene más de mil millones de personas usuarias.
"Facebook ya ha cambiado la dinámica
de las relaciones", señaló Cravens. "Vemos cuando nuestros 'amigos' entran en una relación. Decimos que una
relación no es 'oficial' hasta que es 'oficial en Facebook'".
Recuerde que el Señor Jesús advirtió que
sólo concebir en la mente el deseo hacia una persona que no es nuestra pareja,
se tipifica como adulterio (Cf. Mateo
5:27, 28).
¿Y qué decir de la pornografía? Es otra
forma moderna de infidelidad. Una joven profesional que sorprendió a su esposo
consultando fotos de mujeres inmorales en la Internet, comentaba que se sintió
tan herida como si el hombre estuviera con aquella fulana cara a cara. Descubrir que el esposo o la esposa cometen adulterio
en las Redes Sociales, desencadena un tremendo impacto emocional que no es
menos grave que el de los actos cometidos físicamente.
Cuidarnos de la
tentación
Recientemente un negocio construido para
atender la demanda de personas en crisis en su relación matrimonial, es lo que
ha servido de plataforma para hacer millonarios a un grupo de empresarios
norteamericanos que han tenido la “astuta” idea de abrirles un espacio
confidencial a los infieles en la red. Con lemas como: “La vida es corta: ten una aventura”, “Rompe con tu rutina y haz algo atrevido” o “Recuerda que sólo se vive una vez”, incitan la mente y el dedo
índice de miles de hombres y mujeres a hacer clic y abrir la puerta del
adulterio. Se trata de la infidelidad 2.0, una tendencia que ha cogido fuerza
en los últimos años y que aterradoramente se está expandiendo como epidemia en
países de todas partes del mundo.
Son sitios web y redes sociales dirigidos
especialmente a quienes deseen echarse una “canita
al aire” concebidos especialmente para los infieles. Una de las Redes cuenta
con más de 16 millones de usuarios en todo el planeta.
Es evidente que Satanás, aprovechando los avances
tecnológicos, arroja una peligrosa red para destruir matrimonios: la infidelidad. Bien advierten las
Escrituras a estar atentos: “¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo,
porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.”(1 Pedro
5:8. NTV)
No se deje arrastrar por
la tentación. Usted debe permanecer alerta con su matrimonio. Recuerde que,
como lo anota el autor y conferencista internacional, Gary Rosberg, la crisis
matrimonial no se produce de la noche a la mañana, como tampoco—sin duda—la
infidelidad: “Debemos tomar parte activa
en cuanto a nutrir la relación matrimonial. La mayoría de los matrimonios no
terminan en el divorcio de la noche a la mañana. Por el contrario, se atrofian
a lo largo de un período de varios años debido a la pereza y la falta de
esfuerzo. Un matrimonio que parece saludable hoy se puede deslizar hacia un
precipicio como el divorcio en cinco o diez años si no se vuelve a energizar
con constancia y determinación.”(Gary y Barbara Rosberg. “Matrimonios a
prueba de divorcio”. Editorial Unilit. EE.UU. 2004. Pg. 60)
Es necesario velar
permanentemente porque el peligro de ser infieles, está latente, a la vuelta de
la esquina. Quien nos ayuda a sobreponernos al peligro es Dios mismo, cuando
dependemos de Él. Jamás olvide que nuestro adversario se aprovechará de las
fisuras que hay en la relación matrimonial o de la creciente inquietud por lo prohibido, para ponernos trampas y
llevarnos a la caída.
4. Preguntas
para la discusión en grupo:
a. ¿Ha pensado en los peligros que encierra la
infidelidad?
b. ¿Se
ha visto tentado sutilmente por la infidelidad?
c. ¿Cómo
ha logrado vencer las tentaciones de la infidelidad?
d. ¿Se
mantiene alerta ante las tentaciones que genera la infidelidad?
e. ¿Había
considerado que hoy día, con el avance tecnológico, hay infidelidad
cibernética?
5. Oración al terminar la Célula familiar:
“Amado Padre celestial, agradecemos que nos permitas vivir este día.
Es maravilloso poder reunirnos alrededor de tu Nombre, para recibir las
enseñanzas que se desprenden de las Escrituras y que nos ayudan a edificar
matrimonios sólidos. Te pedimos que nos des la sabiduría necesaria para comprender
cuando la familia y la relación matrimonial se encuentran en peligro. Danos la
fuerza para vencer las tentaciones. Amén”
© Fernando Alexis Jiménez
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